Hoy vamos a adentrarnos en el controvertido mundo de los paraísos fiscales.
Los paraísos fiscales son uno de los temas más polémicos y criticados en el ámbito de la planificación fiscal.
Como Nómadas Fiscales, somos atacados por «huir a paraísos fiscales» y somos entendidos (por algunos) como personas que están haciendo algo malo, ilegal o como mínimo sospechoso…
En este artículo, vamos a desentrañar la verdad tras los paraísos fiscales y cómo han sido percibidos erróneamente por muchas personas.
Qué son los paraísos fiscales
Antes de abordar las percepciones erróneas y las críticas, es esencial entender qué se entiende por «paraíso fiscal».
Curiosamente, la definición de un paraíso fiscal no es una cuestión clara y objetiva. Incluso el término podría sufrir cambios en el futuro pasando a llamarse «guarida o refugio fiscal» (lo que sería más apropiado, teniendo en cuenta que el término original en inglés es «tax haven»)
Cada país y organización tiene su propia lista de lo que considera un paraíso fiscal. Así, algunos países como Irlanda se encuentran fuera de la lista de países como España mientras que son señalados como paraíso fiscal según organizaciones como Oxfam.
A su vez, la famosa lista de paraísos fiscales de la Unión Europea (EU BlackList) fluctúa y puede no corresponderse con los listados de los propios países miembro.
Lista Negra de la Unión Europea
En líneas generales, hay 3 características que son comunes a los considerados paraísos fiscales:
- Bajos tipos impositivos
- Alta seguridad jurídica sobre el patrimonio
- Resistencia a las normativas y presiones internacionales (normalmente relacionadas al intercambio de información)
Países considerados paraíso fiscal
La razón por la que algunos países son etiquetados como paraísos fiscales es, en gran medida, una cuestión de competencia fiscal.
En un mundo donde los impuestos parecen estar en constante aumento, algunos países optan por mantener tasas fiscales bajas o nulas para atraer inversiones y personas.
También existen naciones donde los principios de la libertad y propiedad privada están muy por encima de los principios igualitarios / estatistas tan extendidos (socialdemocracia, Estado del Bienestar, socialismo) y donde es inaceptable pasar por el aro de aquellos países empeñados en seguir subiendo sus impuestos.
Esto no significa que estos países sean «malos» o que estén involucrados en actividades ilegales; simplemente están adoptando una estrategia fiscal diferente.
Es en este contexto donde los países con mayor presión fiscal se unen para señalar y ejercer «bullying» sobre aquellos que no quieren seguir sus dictámenes.
Uno de los principales puntos que deseamos abordar es la crítica injustificada hacia quienes eligen trasladar su residencia fiscal o establecer negocios en países que son considerados paraísos fiscales.
Esta crítica proviene en gran parte de la falta de comprensión sobre lo que realmente implica esta decisión.
De hecho, en el 90% de ocasiones un Nómada Fiscal NO estará trasladándose a un paraíso fiscal ya que las listas de los considerados como tal son cada vez menores.
Sin embargo hay países como Chipre que siguen creyéndose falsamente como «paraísos» a pesar de haber desaparecido de las listas hace años.
Competencia fiscal y Nómadas Fiscales
En lugar de ver los paraísos fiscales como lugares oscuros y malignos, podríamos considerarlos como ejemplos de competencia fiscal.
Creo que esto es algo clave de la misión de Nómada Fiscales:
Tratar de detener este crecimiento generalizado de la presión fiscal mediante la competencia fiscal.
Si somos capaces de irnos a los países que mejores condiciones nos dan y los premiamos por dar esas condiciones, podemos ser capaces de cambiar el rumbo de esta película , haciendo que los países compitan por dar mejores condiciones, en vez de volverse mayores infiernos.
El verdadero voto de castigo es con los pies.
De nada sirve permanecer atado a un infierno fiscal (como España) y votar a políticos para que solucionen el problema que ELLOS MISMOS representan
Cuando modificas tu residencia fiscal estás atacando los cimientos sobre los que se hacen fuertes: ¡tus impuestos!
Recuerda que sin poder extraer el dinero del resto ¡no son nada!
¿Qué crees que pasaría si millones de personas dejasen de vivir y ser robadas en infiernos fiscales?
Podemos cambiar todo para siempre.