Italia es mundialmente reconocida por su rica historia, su vibrante cultura, y su inconfundible estilo de vida.
Desde las icónicas calles de Roma hasta las majestuosas colinas de la Toscana, pasando por la moda de Milán y la gastronomía de Nápoles, Italia es un país que ha dejado una huella imborrable en la cultura global. Es un destino turístico de ensueño, donde cada rincón parece sacado de una postal y donde el estilo de vida «dolce vita» atrae a millones de visitantes cada año.
Sin embargo, cuando se trata de planificación fiscal, Italia no es el primer país que viene a la mente. De hecho, es todo lo contrario: Italia es conocida por sus altos impuestos, que a menudo pueden desanimar a aquellos que consideran establecerse en el país.
Muchos asumen que disfrutar del clima mediterráneo, la cocina exquisita y el carácter afable de los italianos viene acompañado de una elevada factura fiscal.
Pero lo que pocos saben es que Italia ofrece algunas oportunidades fiscales muy interesantes para aquellos que buscan una residencia para ahorrar impuestos.
Existen tres regímenes fiscales especiales que pueden hacer que mudarse a Italia sea una opción muy atractiva para los nómadas fiscales.
En este artículo, vamos a explorar estos regímenes, detallando cómo funcionan y cómo podrías beneficiarte de ellos.
Impuestos en Italia
Como explicábamos, el sistema fiscal italiano se corresponde con el de un auténtico infierno fiscal.
En el impuesto sobre la renta, por ejemplo, los tipos impositivos oscilan entre el 23% y el 43%, dependiendo del nivel de ingresos.
Además, a este impuesto sobre la renta se suman otros impuestos que pueden acercarnos al 50% de tributación. Se trata de los impuestos regionales y municipales, los cuales varían según la región en la que residamos en Italia.
Otros impuestos, como el IVA, también se sitúan en la parte alta de la escala, con un tipo general del 22%. Por otro lado, las cotizaciones a la seguridad social rondan el 26% sobre un máximo de 119.000 euros.
Tampoco encontramos alivio fiscal cuando se trata de ingresos pasivos. Si recibimos dividendos o ganancias de capital, generalmente tendremos que pagar un 26% de impuestos sobre estos ingresos, lo que tampoco resulta atractivo.
Estos son los impuestos que aplican a un residente estándar en Italia. No obstante, como veremos a continuación, existen regímenes fiscales especiales que pueden reducir considerablemente la carga tributaria, permitiendo disfrutar de la vida en Italia con muchos menos impuestos.
Te recomendamos revisar cuidadosamente las características de cada régimen, ya que no es posible acogerse a varios simultáneamente. Por ello, deberás elegir el que mejor se adapte a tu situación.
Non-dom de Italia: El régimen para millonarios
El régimen Non-Dom de Italia fue introducido en 2017 y recuerda mucho al régimen Lump Sum de Suiza, también conocido como régimen de suma total, donde la ventaja fiscal reside en el pago de un impuesto fijo anual.
Originalmente, en Italia, este impuesto era de 100.000 euros por año más 25.000 euros por cada miembro de la familia. Aunque esta cifra pueda parecer alta, para alguien que genera millones de euros anualmente, el tipo efectivo resultante puede ser irrisorio en comparación con lo que pagaría en otros países.
Este régimen fue muy atractivo inicialmente, ya que esos 100.000 euros situaban a Italia por debajo de los 150.000 euros mínimos que exigen los cantones más económicos de Suiza. Sin embargo, en 2024, Italia decidió doblar la suma fija a 200.000 euros por año.
Sin embargo, esta cifra sigue siendo atractiva para muchos multimillonarios que desean vivir en Italia, ya que el pago de este impuesto fijo anual les permite disfrutar de importantes beneficios fiscales durante 15 años. Durante este tiempo, todos los ingresos generados fuera de Italia estarán completamente exentos de impuestos y solo los ingresos generados dentro de Italia estarán sujetos a tributación.
La única excepción ocurre si se obtiene una ganancia de capital por la venta de acciones o participaciones durante los primeros 5 años de residencia en Italia bajo este régimen. Sin embargo, también es posible obtener la exención fiscal en estas ganancias si se planea mantener la residencia fiscal en Italia por al menos 5 años adicionales después de la venta.
Una de las grandes ventajas del régimen non-dom italiano es que los ingresos del extranjero pueden introducirse en Italia sin ninguna restricción por remitencia, a diferencia de lo que sucede en el non-dom de Malta. Además, los beneficiarios de este régimen quedan totalmente exentos de pagar impuestos sobre el patrimonio, sucesiones y donaciones en Italia.
Por su parte, las reglas de transparencia fiscal (CFC rules) siguen aplicando con normalidad, por lo que es fundamental revisar la estructura de las empresas en el extranjero para evitar imprevistos.
Este régimen está disponible para personas que no hayan sido residentes fiscales en Italia durante al menos 9 de los últimos 10 años antes de solicitarlo, sin existir restricciones por nacionalidad.
Evidentemente, para aprovecharse de este régimen será necesario cumplir con el requisito de ser residente fiscal mediante la presencia física en Italia durante al menos 183 días al año.
Adicionalmente, es necesario cumplir con el requisito de ser residente fiscal mediante la presencia física en Italia durante al menos 183 días al año y mantener la residencia fiscal durante al menos dos años. Si se cambia la residencia fiscal antes de cumplir este período, las autoridades exigirán el pago de los impuestos que habrías tenido que abonar sin los beneficios del régimen, junto con intereses y penalizaciones.
Por último, cabe mencionar que es posible solicitar el régimen non-dom en la declaración de la renta del año siguiente al que nos hayamos convertido en residentes fiscales. Sin embargo, existe el riesgo de que no sepamos si se aplicarán las reglas de este régimen hasta que la Agencia Tributaria italiana apruebe nuestra solicitud. Por esta razón, se recomienda solicitar un tax ruling, que es una confirmación previa de la Agencia Tributaria italiana que asegura nuestra aceptación bajo el régimen non-dom.
Régimen de Impatriados en Italia ¡50% de exención!
El régimen de impatriados de Italia, aprobado en 2019, ha experimentado varias modificaciones.
Anteriormente, la exención variaba según la región, permitiendo hasta un 90% de exención en el impuesto sobre la renta en regiones del sur, como Campania, Cerdeña y Sicilia, mientras que en las regiones del norte la exención era solo del 30%. No obstante, a partir de 2024, las autoridades han decidido armonizar esta exención al 50%, sin importar la región.
Requisitos:
- Residencia previa: No haber sido residente fiscal en Italia durante los tres años anteriores.
- Cualificación: Poseer un título universitario o una cualificación altamente especializada.
- Permanencia mínima: Compromiso de residir en Italia durante al menos cuatro ejercicios fiscales. En caso de incumplimiento, se deberán pagar los impuestos que se evitó más los intereses y penalizaciones.
- Residencia fiscal: Permanecer un mínimo de 183 días por año en Italia.
Características:
- Renta sujeta a exención: La exención se aplica sobre ingresos derivados del empleo o actividades profesionales como autónomo, con un máximo de 600.000 euros anuales.
- Porcentaje de exención: Generalmente se aplica un 50% de exención pero se incrementa a un 60% si se tiene un hijo dependiente menor de 18 años.
- Duración: El régimen puede disfrutarse durante un máximo de cinco ejercicios fiscales, incluyendo el año de llegada y cuatro más.
A pesar de tratarse de una exención generosa, todavía se deben pagar las elevadas cotizaciones sociales, aunque, como punto positivo, estas están limitadas a unos 31.500 euros anuales, lo que resulta ventajoso a medida que aumentan los ingresos, ya que reduce la carga fiscal efectiva.
Por ejemplo, un autónomo que gane 400.000 euros anuales pagaría unos 31.500 euros en contribuciones sociales. Gracias a la exención del 50% en el impuesto sobre la renta, su carga fiscal en IRPF sería cercana a los 80.000 euros. Esto nos deja con una carga fiscal total aproximada del 27%.
Si bien este régimen no permite reducir los impuestos al mínimo, sí ofrece una carga fiscal considerablemente menor en comparación con los clásicos infiernos fiscales europeos.
Pensionistas en Italia: Impuesto fijo del 7%
El régimen del 7% para pensionistas en Italia es, en nuestra opinión, el más beneficioso de los actuales regímenes fiscales en el país, y a continuación explicamos por qué.
Este régimen está diseñado para atraer a pensionistas extranjeros a repoblar pequeñas localidades del sur de Italia. El requisito principal es que el pensionista se traslade a un municipio con menos de 20.000 habitantes en una de las siguientes regiones: Abruzos, Apulia, Campania, Calabria, Cerdeña, Molise, Basilicata o Sicilia.
Es fundamental mudarse directamente a una de las municipalidades que califican.
Otro requisito, como su propio nombre indica, es ser pensionista. El régimen aplica tanto a quienes reciben una pensión pública como a aquellos con pagos vitalicios derivados de esquemas de pensiones privados o seguros de vida. No se establece un mínimo sobre el monto a recibir, solo es necesario contar con una fuente de ingresos recurrente y vitalicia.
La ventaja fiscal más destacada de este régimen es que ofrece un tipo fijo del 7%, no solo sobre la pensión, sino también sobre cualquier tipo de ingresos provenientes del extranjero. Esto es especialmente beneficioso para pensionistas que tengan otros activos como acciones o inversiones que generen grandes plusvalías, ya que podrán tributar esas ganancias bajo este régimen sin enfrentar una alta carga fiscal.
Además, el pensionista podrá elegir si prefiere tributar algunos ingresos bajo el régimen del 7% o según lo establecido en un convenio de doble imposición. Esta opción es útil, por ejemplo, cuando la pensión debe tributar en el país de origen por mandato de dicho convenio, permitiendo esquivar la doble imposición.
Bajo este régimen también estaremos exentos del impuesto sobre el patrimonio y la obligación de presentar declaraciones informativas sobre el mismo.
Será necesario no haber sido residente fiscal en Italia en los últimos cinco años y que el país de ciudadanía del pensionista cuente con un convenio de doble imposición en vigor con Italia.
Finalmente, este régimen puede utilizarse hasta un máximo de 10 años, sin la exigencia de un período mínimo de permanencia. Esto significa que los pensionistas pueden abandonar Italia en cualquier momento sin penalización alguna.
Salvo para aquellos que generan más de tres millones de euros anuales en ingresos desde el extranjero, esta opción será más favorable que el Non-Dom italiano.
Pasaporte de Italia
El pasaporte italiano es considerado uno de los más valiosos y prestigiosos del mundo, ya que permite la entrada sin visa a más de 170 países.
Aunque no es de los más sencillos de obtener, tampoco resulta de los más complicados si se cumplen los requisitos necesarios:
- Para quienes no son ciudadanos de la Unión Europea, la vía de naturalización requiere 10 años de residencia legal en Italia. Además de este periodo de residencia, será necesario demostrar un conocimiento básico del idioma y la cultura italianos.
- Para los ciudadanos de la Unión Europea, el proceso es más ágil, pudiendo completarse en solo 4 años.
Italia es una excelente opción para obtener una segunda ciudadanía, ya que permite la doble nacionalidad, lo que significa que no es necesario renunciar al pasaporte original.
La Golden Visa de Italia
La Golden Visa de Italia, conocida como La Dolce Visa, es una de las mejores opciones para ciudadanos no europeos que deseen obtener la residencia en el país a través de la inversión. Las opciones de inversión disponibles son:
- 250.000 € en una startup italiana.
- 500.000 € en una empresa local, mantenida por al menos dos años.
- 1 millón de € como donación a proyectos de interés público (educación, cultura, investigación, etc.).
- 2 millones de € en bonos del gobierno italiano, mantenidos por un mínimo de dos años.
Uno de los aspectos más destacables de este programa es que, a diferencia de otras Golden Visa, no permite la inversión en bienes raíces. Además, las inversiones están estructuradas de tal manera que las opciones con menor inversión presentan mayor riesgo, mientras que las inversiones más seguras requieren sumas más elevadas.
No obstante, sigue siendo una opción interesante, ya que, tras cinco años de residencia temporal, es posible obtener la residencia permanente y, después de diez años, solicitar la ciudadanía italiana. Se trata por tanto de una alternativa ideal para quienes desean comprometerse a largo plazo con el país.
Opinión sobre la Residencia Fiscal en Italia
Tras analizar los principales regímenes fiscales de Italia, podemos concluir que, para la mayoría de los nómadas fiscales, el país no será la mejor opción como residencia fiscal.
Sin embargo, es una excelente opción para pensionistas, compitiendo con regímenes similares en Chipre o países con sistemas fiscales territoriales como Panamá, Costa Rica o República Dominicana.
El régimen de suma total también puede ser interesante para aquellos con ingresos muy elevados, aunque, tras el reciente aumento del impuesto anual, se ha vuelto menos accesible para muchos.
En cuanto a los autónomos, la exención del 50% no resulta suficientemente atractiva, a menos que se generen ingresos cercanos al medio millón anual, en cuyo caso podría no ser conveniente operar sin responsabilidad limitada (es decir, sin una sociedad).
En resumen, aunque Italia no será la primera opción para muchos nómadas fiscales, algunos encontrarán ventajas en sus regímenes. Si Italia no se ajusta a tus necesidades, no dudes en consultarnos: estaremos encantados de ayudarte a encontrar la mejor opción para tu situación.
¿Estás interesado en obtener la residencia, ciudadanía o abrir una empresa en Italia?
¿O prefieres un análisis al completo de tu situación para descubrir tu mejor opción?
En ambos casos, ¡podemos ayudarte!
Solo tienes que solicitar tu PRIMERA CONSULTA GRATUITA PINCHANDO AQUÍ, contactarnos directamente por WhatsApp o enviarnos un mensaje a través del formulario a continuación.
Solicita más información
Es un régimen fiscal para millonarios que paga un impuesto fijo anual de 200.000 euros (más 25.000 euros por cada miembro de la familia) y exime de impuestos sobre ingresos extranjeros y patrimonio.
Ofrece una exención del 50% (o 60% con hijos dependientes) en el impuesto sobre la renta para nuevos residentes, aplicable durante un máximo de cinco años.
Permite a los pensionistas pagar un impuesto fijo del 7% sobre su pensión y cualquier ingreso extranjero si se mudan a una localidad del sur de Italia con menos de 20.000 habitantes.
Invertir 250.000 € en una startup, 500.000 € en una empresa local, 1 millón € en proyectos públicos, o 2 millones € en bonos del gobierno.
No incluye inversión en bienes raíces.