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Cómo cambiar la residencia fiscal: Certificado de Residencia Fiscal

CONTENIDO DEL ARTÍCULO

cambio de residencia fiscal al extranjero

El cambio de residencia fiscal es el aspecto de fiscalidad internacionalidad con mayor impacto en los impuestos de una persona física.

La diferencia según dónde seas considerado residente fiscal es tal que algunas personas podrán vivir libres de impuestos mientras otras serán robadas en 1 de cada 2 euros generados.

Es por este motivo que, en los últimos años, se ha disparado la búsqueda de residencias fiscales ventajosas y cómo realizar el cambio de residencia fiscal.

En este artículo aprenderás todo lo necesario para efectuar el cambio ¡de manera 100% legal y sin imprevistos!

Requisitos para el cambio de residencia fiscal

Seguramente hayas oído hablar de la regla de los 183 días y cómo ésta determina tu residencia fiscal:

«Si paso menos de 183 días en X país, no seré residente fiscal» 

Si bien es cierto que esta regla y el conteo de días totales por año son relevantes para determinar tu residencia fiscal…

¡No son los únicos criterios a tener en cuenta!

Lo primero que debemos entender es que si vamos a irnos de un país X es porque vamos a pasar esos días en otro pais o conjunto de países. 

Por lo tanto, deberemos tener en cuenta NO SOLO nuestra condición de residente o no residente a efectos fiscales en el país de origen, sino también nuestra condición fiscal en el o los países de destino.

Es en este punto donde hace falta un mayor estudio de la situación, ya que cada jurisdicción aplica unos criterios distintos para considerarte residente fiscal.

Esto último puede llevar a conflictos por tu residencia fiscal, ser considerado residente fiscal en varios países o incluso en ninguno.

Por suerte, muchos países aplican criterios similares o cuentan con numerosos convenios para la doble imposición, evitando así este tipo de situaciones.

cambios de residencia fiscal

Veamos los criterios más comunes para la residencia fiscal (que también son los que aplican en el caso de España):

Regla de los 183 días:  Al pasar un acumulado de 183 o más días en el territorio, serás considerado residente fiscal. 

Centro de intereses económicos: según en qué territorio se encuentren las principales fuentes de renta, donde se sitúe la sede y administración de sus negocios o la mayor parte del patrimonio en comparación a otros países.

Centro de intereses vitales:  aspectos como la residencia en el territorio del cónyuge o hijos al cargo.

Otros factores que pueden entrar en el juego subjetivo del «centro de intereses» son la ubicación de la o las viviendas a tu disposición, líneas telefónicas, membresías, seguros…

Factores de riesgo al cambiar la residencia fiscal

El nomadismo fiscal tiene muy nerviosas a las Haciendas de diversos países.

Cada vez más personas pueden desarrollar su actividad económica con libertad geográfica y flexibilidad temporal, teniendo gran capacidad de «jugar con su residencia fiscal» sin saltarse estas normativas.

Pero quiero advertirte de la injusta SUBJETIVIDAD que Hacienda querrá aplicarte y de la cual te interesa estar a salvo.

Si bien el criterio de los días es matemático, el criterio del centro de intereses puede estirarse como un chicle en favor del infierno fiscal que quiera perseguirte.

Algunos factores de riesgo que te conviene evitar son:

  • Tener una vivienda a tu disposición en tu infierno fiscal de origen. En caso de tener alguna propiedad es mejor tenerla alquilada a un tercero.
  • Patrimonio desbalanceado. No dejes la mayoría de tu dinero y propiedades en ese país. 
  • Estar falto de pruebas. Mantener facturas de consumo, suscripciones de gimnasio o registros de compras, contratos de alquiler, etc. en el extranjero son tu mejor protección contra los parásitos.
  • No juegues al límite de los días. Nunca será lo mismo haber pasado 100 días al año que 182. 
  • No tener certificado de residencia fiscal en el extranjero. Este certificado te será de gran utilidad para romper lazos con tu infierno fiscal, te explico por qué a continuación.

Baja de la residencia fiscal

En muchos países (como España) existe un registro o censo de contribuyentes del que deberás darte de baja para evitar seguir siendo considerado residente fiscal por una falta de notificación.

Otros países no requieren de este paso, pero precisamente son aquellas jurisdicciones con una Hacienda más persecutoria las que demandan ser notificadas del traslado para la baja.

Países como España NO te permiten dar de baja la residencia fiscal a menos que estés adquiriendo OTRA residencia fiscal y ésta no sea lo que ellos consideran un «paraíso fiscal» (jurisdicción en su lista negra)

Si resides en España no perderás la obligación de tributar por el mero hecho de irte o dejar de cumplir requisitos en España. Deberás «plantar tu bandera» en la nueva residencia fiscal o seguirás siendo considerado residente fiscal en España.

Si esta nueva residencia fiscal está en la lista de paraísos fiscales, seguirán exigiéndote el pago de impuestos en España durante los siguientes 5 años. 

En España se notifica la baja a través del modelo 030 de la Agencia Tributaria.

Certificado de residencia fiscal ¿Qué es?

En algunas ocasiones Hacienda demanda pruebas del traslado para la baja. Siendo crucial aquí la figura del certificado de residencia fiscal en el país de destino:

El certificado de residencia fiscal es el documento que reconoce por parte de las autoridades de un territorio tu estatus como pagador de impuestos en el mismo. 

Este documento cobra gran valor bajo un convenio de doble imposición que medie en el conflicto entre 2 países por tu residencia fiscal.

Podemos afirmar que, siguiendo los consejos anteriores, cumpliendo los requisitos del país de origen para la baja y los requisitos del destino para obtener el certificado ¡no tendrás ningún problema!

Cuándo cambiar de residencia fiscal

Para acertar con el momento de tu cambio de residencia fiscal debemos atender a 3 cuestiones principales:

Por un lado, en materia de residencias fiscales se trabaja con años naturales. Por pura matemática, en un año dado, tendrás problemas para el cambio llegados a mayo-junio (por acumulación de días)

Así,  interesa planificar con antelación para qué año quieres trasladar la residencia.

Por otro lado, las Haciendas están nerviosas y no sabemos cuándo intentarán cambiar las reglas de juego. 

Cada vez se presiona más a los países para que reduzcan las oportunidades y ventajas fiscales, cada vez se desarrollan más métodos de persecución al contribuyente y cada vez más se complicará el poder escapar de su tela de araña.

Por último, debemos considerar el hecho de que cuanto más esperes a realizar el cambio, mayor patrimonio desarrolles en tu infierno fiscal, más escales tu negocio y más adinerado sea tu perfil… ¡MÁS TRABAS TE PONDRÁN PARA IRTE!

Sin ir más lejos, el exit tax ha sido diseñado para hacer pasar por caja a aquellas empresas que deseen marchar ¡y ya aplica también a las personas físicas adineradas en España!

consejos cambio de residencia fiscal

Consejos para tu cambio de residencia fiscal

Para finalizar este artículo quería compartirte algunas reflexiones y consejos desde la experiencia como Nómada Fiscal:

  • No sólo pienses en los impuestos. Algunas residencias fiscales ofrecen impuestos cercanos a cero pero otros factores como el coste de vida, la seguridad o las condiciones de vida no lo compensan. En según qué ocasiones pagar POCO es mejor que no pagar NADA.
  • No te tomes a risa el cumplimiento de requisitos. La mejor forma de alejarte de los problemas con las distintas Haciendas es no jugar con fuego y seguir las normas al pie de la letra.
  • Tu primera salida hacia un país con buena reputación. Si eres primerizo como Nómada Fiscal, siempre será mejor escoger una residencia fiscal con convenio de doble imposición y que te firme un certificado de residencia fiscal.
  • Infórmate o visita tu nueva residencia. Si vas a pasar unos buenos meses al año en tu nueva residencia, aprende sobre ella ¡o incluso puedes visítarla como turista!
  • Planifica el traslado de tu empresa o actividad económica. ¿Cómo facturarás? ¿Qué estructura de empresa te será más favorable? ¿Cómo hacer que tu negocio pague menos impuestos según tu nueva residencia fiscal?

Si quieres cambiar tu residencia fiscal, abrir una empresa o deseas recibir un análisis al completo de tu situación para descubrir tus mejores opciones, solo tienes que hacernos llegar tu caso y qué necesitas mediante el formulario a continuación.

Solicita información

Primero, elige tu nuevo país de residencia fiscal considerando no solo los impuestos, sino también el costo de vida, seguridad y calidad de vida.

Asegúrate de cumplir con los requisitos del nuevo país y, si es posible, obtén un certificado de residencia fiscal.

En el país de origen, da de baja tu residencia fiscal notificando a la Hacienda correspondiente, y ten en cuenta posibles restricciones, como en España, donde el cambio debe ser a un país no considerado paraíso fiscal.

Infórmate sobre el proceso específico en el nuevo país y planifica la transferencia de tu actividad económica, considerando estructuras empresariales favorables y la optimización fiscal.

Los requisitos para la residencia fiscal varían según el país, pero algunos criterios comunes incluyen:

  1. Regla de los 183 días: Pasar un mínimo de 183 días en el territorio durante un año.

  2. Centro de intereses económicos: Dónde se encuentran las principales fuentes de renta, sede de negocios y la mayor parte del patrimonio en comparación con otros países.

  3. Centro de intereses vitales: Residencia del cónyuge o hijos, entre otros aspectos personales.

  4. Otros factores subjetivos: Como la ubicación de viviendas, líneas telefónicas, membresías y seguros.

El momento adecuado para cambiar de residencia fiscal depende de varios factores:

Planificación fiscal: Considera cambiar al inicio del año fiscal para optimizar beneficios y evitar complicaciones con acumulación de días en el país de origen.

Evolución del patrimonio: Mientras menos desarrollado esté tu patrimonio en el país de origen, más fácil será el traslado. Evita acumular riqueza significativa antes de cambiar, ya que podría generar impuestos adicionales.

Cambios en las reglas fiscales: Las normativas fiscales pueden cambiar, así que estate atento a posibles modificaciones que puedan afectar tus planes.

Un certificado fiscal es un documento emitido por las autoridades fiscales de un país que confirma el estatus fiscal de una persona o entidad en ese territorio.

Este certificado puede ser requerido al cambiar de residencia fiscal o al realizar transacciones internacionales para evitar la doble imposición.

Es particularmente útil en situaciones donde existen acuerdos de doble imposición entre dos países, ya que puede ayudar a evitar la doble tributación sobre los mismos ingresos.

Obtener un certificado fiscal es parte integral de la planificación fiscal internacional.

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