En España existen pocas herramientas realmente potentes para pagar menos impuestos, lo que lleva a muchos a plantearse dejar el país.
Sin embargo, hay una deducción poco conocida que puede marcar una gran diferencia: la deducción del IRPF por inversión en empresas de nueva creación, que permite ahorrar hasta 50.000 € al año en la declaración de la renta.
Si tienes una carga fiscal elevada y estás dispuesto a reinvertir tus ingresos en proyectos sólidos y de bajo riesgo, podemos ayudarte a reducir tu factura fiscal de forma sencilla, legal y eficiente.
A continuación, te explicamos cómo funciona esta deducción y cómo puedes aprovecharla de la mano de Nómadas Fiscales.
¿En qué consiste la deducción por inversión?
La deducción por inversión en empresas de nueva creación permite a los contribuyentes que inviertan en el capital de ciertas sociedades aplicar una deducción del 50% sobre el importe invertido en su declaración del IRPF.
Límite anual:
Hasta 100.000€ de base de deducción, es decir, un máximo de 50.000€ deducibles por año.
Ejemplo práctico:
Si inviertes 50.000€ en una empresa que cumple los requisitos:
- Te deduces 25.000€ en la renta.
- Tu inversión «real» es solo de 25.000€.
Requisitos para aplicar la deducción
Esta deducción está pensada para fomentar la inversión en empresas emergentes o pequeñas sociedades que inicien su actividad, aunque no todas las inversiones son válidas.
Para beneficiarte de esta deducción, es necesario que tanto tú como la empresa en la que inviertes cumpláis una serie de requisitos. Te los detallamos a continuación.
Requisitos del inversor:
- Momento de la inversión: Debe realizarse en la constitución o en los cinco primeros años de vida de la empresa (siete si es una empresa emergente acogida a la Ley de Startups).
- Permanencia: Debes mantener la inversión un mínimo de 3 años y un máximo de 12 años.
- Porcentaje de participación: No puedes tener más del 40% del capital de la empresa, contando participaciones de familiares o tu cónyuge (si eres socio fundador de una startup tecnológica, esta limitación no aplica).
- Actividad previa: No puedes aplicar la deducción si simplemente has cambiado de empresa para seguir haciendo la misma actividad que ya realizabas antes.
Requisitos de la empresa:
- Debe ser una S.L. o S.A. no cotizada en bolsa ni en mercados secundarios.
- Debe ejercer una actividad económica real. No sirven sociedades que solo gestionen patrimonio financiero o inmobiliario.
- Debe ser pequeña: sus fondos propios no pueden superar los 400.000€ en el momento de la inversión.
¿Cuándo y cómo se recupera la inversión?
Uno de los requisitos clave es mantener la inversión un mínimo de tres años. A partir de ese momento, se puede planificar una desinversión progresiva, ya sea mediante la venta de participaciones o mediante la generación de rentabilidad del negocio.
La clave está en estructurar bien la salida para no perder ni el beneficio fiscal ni el retorno económico de la inversión.
Ejemplos de inversiones válidas
Las posibilidades para acogerse a esta deducción son muy amplias, pero en Nómadas Fiscales seleccionamos cuidadosamente opciones que minimicen el riesgo y ofrezcan una rentabilidad predecible.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos reales de proyectos que presentamos a nuestros clientes, todos ellos dentro de sectores tradicionales, estables y con alta probabilidad de cumplimiento de los requisitos legales:
- Cabañas turísticas en zonas rurales con demanda creciente.
- Franquicias consolidadas con modelos de negocio testados.
- Administraciones de lotería, un sector tradicional con alta estabilidad.
- Licencias de taxi o VTC, con demanda sostenida en entornos urbanos.
- Gestión de co-livings o co-workings, especialmente en zonas con alto movimiento de profesionales nómadas o freelancers.
Siempre es clave validar que el proyecto cumple con los requisitos antes de invertir.
¿Quieres aplicar esta deducción y pagar menos impuestos este año?
En Nómadas Fiscales nos encargamos de todo: ayudamos a seleccionar la oportunidad de inversión adecuada, la validamos, estructuramos la operación y nos ocupamos de que se aplique correctamente la deducción en tu declaración de la renta.
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Es una deducción en el IRPF que permite ahorrar hasta el 50% de la cantidad invertida en el capital de una empresa nueva o reciente, con un límite de 100.000 € de base anual. El beneficio máximo puede alcanzar los 50.000 € al año en la declaración de la renta.
El inversor debe mantener la participación entre 3 y 12 años, no superar el 40% del capital social y realizar la inversión en los primeros años de la empresa. La sociedad debe ser una S.L. o S.A. no cotizada, con actividad económica real y fondos propios inferiores a 400.000 €.
Solo empresas de nueva o reciente creación, no cotizadas, que ejerzan una actividad económica real. No se aceptan empresas que gestionen únicamente patrimonio financiero o inmobiliario.
Algunas opciones comunes son: cabañas turísticas, franquicias consolidadas, administraciones de lotería, licencias de taxi/VTC o proyectos de co-living y co-working.
La deducción se aplica en el ejercicio en que se realiza la inversión, pero debes mantener la participación al menos tres años. La recuperación económica puede venir vía rentabilidad del negocio o venta progresiva de participaciones.